Hermano Miguel Pajares Martín:
Miguel Pajares Martín era Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y falleció en Madrid con 75 años a causa del virus del Ébola en el Hospital Carlos III de Madrid el 25 de septiembre de 2014.
Nacido en La Iglesuela (Toledo) era licenciado en Teología, ATS y tenía estudios eclesiásticos (sacerdocio). Pertenecía a la Orden Hospitalaria desde 1955 y los últimos 12 años de su vida los dedicó a vivir y trabajar en África.
Cuando se contagió con el virus del Ébola se encontraba en el Hospital San José de Monrovia (Liberia), donde era el Superior de la Comunidad de Hermanos desde hacía siete años. Aunque ya debía haber regresado a España, había prolongado su estancia en Monrovia para seguir prestando su ayuda en el hospital.
Era una persona muy comprometida, con una gran energía, que desempeñó una labor fundamental en el hospital de Monrovia, ayudando tanto a los pacientes como a los trabajadores y sus familias, implicándose más allá de sus obligaciones diarias. Era muy perseverante y lograrba los recursos necesarios para dotar de materiales al hospital y becas para las familias más pobres. Era muy quirido por todos los miembros del centro, y siempre se montró excepcionalmente hospitalario con las personas y voluntarios que tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Hermano Manuel García Viejo:
Manuel García Viejo era Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y falleció con 69 años a causa del virus del Ébola en el Hospital Carlos III de Madrid el 25 de septiembre de 2014.
Nacido en Folgoso de la Ribera (León) era médico especialista en medicina interna y diplomado en medicina tropical, y pertenecía a la Orden Hospitalaria desde hacía 52 años, dedicando los últimos 30 años de su vida a vivir y trabajar en África.
Cuando se contagió por el virus del Ébola se encontraba en el Hospital San Juan de Dios de Lunsar (Sierra Leona), donde llevaba 12 años y había sido director médico. En ese momento ejercía como médico y cirujano.
Era una persona sencilla y muy trabajadora, muy querida tanto por los trabajadores del hospital como por los familiares de sus pacientes, que cuentan que siempre estaba dispuesto a ayudar a quien se lo pidiese, con una disposición de 24 horas. Nadie le recuerda un mal gesto. Su compromiso con los pacientes y enfermos era tan grande, que a persar de disponer de sus vacaciones no quiso abandonar el Hospital de Sierra Leona en la epidemia del Ébola, ya que no fue capaz de abandonar su puesto en aquella situación de emergencia, poniendo en riesgo su propia vida.
Miguel Pajares Martín era Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y falleció en Madrid con 75 años a causa del virus del Ébola en el Hospital Carlos III de Madrid el 25 de septiembre de 2014.
Nacido en La Iglesuela (Toledo) era licenciado en Teología, ATS y tenía estudios eclesiásticos (sacerdocio). Pertenecía a la Orden Hospitalaria desde 1955 y los últimos 12 años de su vida los dedicó a vivir y trabajar en África.
Cuando se contagió con el virus del Ébola se encontraba en el Hospital San José de Monrovia (Liberia), donde era el Superior de la Comunidad de Hermanos desde hacía siete años. Aunque ya debía haber regresado a España, había prolongado su estancia en Monrovia para seguir prestando su ayuda en el hospital.
Era una persona muy comprometida, con una gran energía, que desempeñó una labor fundamental en el hospital de Monrovia, ayudando tanto a los pacientes como a los trabajadores y sus familias, implicándose más allá de sus obligaciones diarias. Era muy perseverante y lograrba los recursos necesarios para dotar de materiales al hospital y becas para las familias más pobres. Era muy quirido por todos los miembros del centro, y siempre se montró excepcionalmente hospitalario con las personas y voluntarios que tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Hermano Manuel García Viejo:
Manuel García Viejo era Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y falleció con 69 años a causa del virus del Ébola en el Hospital Carlos III de Madrid el 25 de septiembre de 2014.
Nacido en Folgoso de la Ribera (León) era médico especialista en medicina interna y diplomado en medicina tropical, y pertenecía a la Orden Hospitalaria desde hacía 52 años, dedicando los últimos 30 años de su vida a vivir y trabajar en África.
Cuando se contagió por el virus del Ébola se encontraba en el Hospital San Juan de Dios de Lunsar (Sierra Leona), donde llevaba 12 años y había sido director médico. En ese momento ejercía como médico y cirujano.
Era una persona sencilla y muy trabajadora, muy querida tanto por los trabajadores del hospital como por los familiares de sus pacientes, que cuentan que siempre estaba dispuesto a ayudar a quien se lo pidiese, con una disposición de 24 horas. Nadie le recuerda un mal gesto. Su compromiso con los pacientes y enfermos era tan grande, que a persar de disponer de sus vacaciones no quiso abandonar el Hospital de Sierra Leona en la epidemia del Ébola, ya que no fue capaz de abandonar su puesto en aquella situación de emergencia, poniendo en riesgo su propia vida.