Entre las conclusiones de estos talleres, los propios voluntarios destacaron que el mayor necesita ser escuchado y motivado a mantener hábitos de vida saludable, cuidar su higiene personal y su aspecto físico o mantener activa la mente a través de la lectura, escritura o las nuevas tecnologías.
La autonomía del mayor se consigue huyendo de conductas paternalistas, decidiendo por ellos, aconsejándoles en exceso o utilizando un lenguaje infantil. Los mayores son un activo importante para la sociedad porque acumulan una experiencia preciosa, afirmó el Hermano Víctor Martín, que resaltó que “los voluntarios llegan donde el profesional no puede llegar por falta de tiempo”, y pueden incluso dar al profesional información “que este no ve”, indicó. Precisamente por ese motivo, la relación del voluntario con el mayor no puede ser producto de la improvisación y es tan necesaria la formación, y estar coordinados con los equipos rehabilitadores.
Durante el acto de inauguración, el Superior de la Provincia Bética, el Hermano Julián Sánchez Bravo, presente a lo largo de todo el evento, destacó la relevancia de dos de los protagonistas de este encuentro: el voluntario y la propia ciudad de Granada. “porque en Granada –dijo- se creó un modelo nuevo de hacer las cosas que desde entonces no se ha interrumpido. Respecto a los voluntarios, señaló que “son unos excelentes embajadores de San Juan de Dios”. En este sentido hizo referencia a uno de los textos recogidos en las cartas de San Juan de Dios “todo perece menos las buenas obras” para concluir que “cuando uno da lo mejor de sí mismo recibe más de lo que da”.
Fotos: Comunicación Provincia Bética OH.